Rafael Spottorno, ex jefe de la Casa Real, dice haber sido un «mero empleado» de Bankia, y se gastó 223.900 €

Rafael Spottorno, ex jefe de la Casa Real, dice haber sido un «mero empleado» de Bankia, y se gastó 223.900 €

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01/3/2015 00:00
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Actualizado: 01/3/2015 00:00
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El exjefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, imputado por el caso de las «tarjetas black», ha solicitado Fernando Andreu, el juez central de Instrucción de la Audiencia Nacional que investiga el asunto, que archive el caso contra él ya que fueron los «máximos representantes» de Caja Madrid quienes decidieron entregarlas a los directivos y él fue un «mero empleado a estos efectos».

Spottorno, a quien el juez ha citado para el próximo 13 de marzo, dice en su recurso que que su imputación por un posible delito de apropiación indebida es «contraria a derecho» y «lesiva» para sus intereses.

El diplomático, que utilizó la tarjeta de Caja Madrid en el IKEA, en spas urbanos, farmacias, tiendas de electrodomésticos, joyerías o prestigiosas trajerías, explica que «no tenían la consideración de tarjetas de representación o de empresa», sino que se trataba de una retribución dada a consejeros y miembros de alta dirección para cubrir gastos no relacionados con sus cargos.

PODÍA DISPONER «LIBREMENTE» DEL SALDO

Según dice, los usuarios podían disponer «libremente» del saldo de las tarjetas como una «parte de su retribución» y cuyo único límite era «cuantitativo». En este sentido, precisa que como director de la Fundación Caja Madrid disponía de una tarjeta de empresa que sí tenía como objetivo sufragar gastos inherentes a su función y sujeta a la obligación de justificar los movimientos.

Además, remarca que «no había obligación de devolver» el dinero endosado a esta tarjeta y que su emisión correspondió a la decisión de los «mandatarios y representantes legítimos» de la entidad. «Spottorno no ha participado en modo alguno en la decisión concerniente a la entrega de dichas tarjetas, habiéndose limitado a recibirla de quienes representaban a la entidad y a utilizarla según sus concretas indicaciones, que no eran para gastos de representación», añade.

El diplomático, que cargó unos 223.900 euros a este plástico y solía sacar 500 o 600 euros de una sola tacada en el cajero, presentó el pasado octubre su renuncia como consejero privado de Felipe VI para salvaguardar la imagen de la Corona, después de que su nombre apareciera en la lista de directivos y consejeros de Caja Madrid que presuntamente endosaron gastos personales, por valor de 15,5 millones, de euros a estas tarjetas opacas al fisco desde 1999 hasta 2012. EP. 

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