Cargar el aire acondicionado del coche tendrá un nuevo impuesto medioambiental
Ya se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la ley 16/2013, de 29 de octubre, por la que se establecen determinadas medidas en materia de fiscalidad medioambiental y se adoptan otras medidas tributarias y financieras. En nuestro ámbito, el de la reparación y mantenimiento de automóviles, la norma afecta al uso del gas HFC-134A, el que se usa frecuentemente por los talleres en las cargas de aire acondicionado.
Según la ley, desde el próximo mes de enero, este producto estará gravado con un nuevo impuesto medioambiental.
Desde CONEPA, Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, se ha “luchado mucho por evitar la aplicación de este nuevo impuesto en nuestro sector. Creemos que nuestros argumentos han sido incluso bien entendidos y valorados por la administración competente en materia de Medio Ambiente, pero nuestros puntos de vista no han convencido a Hacienda, que insiste en que obedece a un requerimiento de Bruselas”.
Argumentos en contra de este nuevo impuesto que afecta a conductores y reparadores
La argumentación de CONEPA en contra de la aplicación del nuevo impuesto que grava el uso del gas HFC-134A responde a tres ideas:
1. Un profundo rechazo al nuevo impuesto por afectar a la economía del sector, formado en su gran mayoría por pymes y micropymes y ya en exceso controlado y sometido a múltiples normativas. Asimismo, desde CONEPA se considera que puede ser una nueva razón para el crecimiento de la economía sumergida.
2. No se encuentra en coherencia con lo publicado en la Ley 22/2011 de residuos y suelos contaminados en la que se promueve la responsabilidad ampliada del productor del producto.
3. La inexistencia de emisiones de gases fluorados debido a las nuevas tecnologías y al hecho de que la carga del aire acondicionado la lleven a cabo operarios cualificados (Real Decreto 795/2010 de Gases Fluorados), que necesitan un certificado oficial para poder realizar dichas operaciones. Por lo tanto unos de los objetivos del impuesto, que es la mejora ambiental, no se cumple y se convierte en una simple carga económica adicional.