Alquiler de coches entre particulares

Gracias al P2P carsharing, a partir de 6 euros la hora o 30 euros por día, es posible alquilar un vehículo a otro particular
Por Pablo Pico Rada 8 de noviembre de 2012
Img coche nuevo
Imagen: cylonka Bsg

Al albor de la crisis económica han proliferado numerosas iniciativas que persiguen un abaratamiento de costes, junto a nuevas fórmulas para obtener ingresos extra. En el ámbito del transporte y el motor, han surgido novedosas formas de movilidad que tratan de optimizar y rentabilizar el uso del vehículo. Es el caso del carsharing, un servicio ofrecido por una empresa para que los usuarios puedan alquilar el coche por horas; el carpooling, donde los propietarios comparten su propio coche, viaje y gastos con otros usuarios; o el P2P carsharing, que conecta de forma directa al dueño de un automóvil con un conductor que precise alquilar un turismo. En el presente artículo se analiza el funcionamiento de esta última propuesta y se desgranan sus ventajas e inconvenientes.

1. Cómo funciona el alquiler coches entre particulares

Por norma general, un coche permanece parado la mayor parte del tiempo y su mantenimiento implica una serie de gastos (revisiones, impuestos, aparcamientos, seguros, etc.) difíciles de asumir para muchos propietarios en el momento actual. Para otras personas, adquirir un automóvil supone un coste excesivo, pero precisan un vehículo para determinadas circunstancias.

El propietario consigue ingresos extra y el arrendatario gana en comodidad y lo alquila más barato que a una empresa

A partir de estas necesidades ha surgido el P2P carsharing, que busca poner en contacto a ambas partes mediante el alquiler del vehículo. Así, el propietario consigue unos ingresos extra por ceder su coche y el arrendatario del auto gana en comodidad, flexibilidad de horarios y consigue alquilarlo por un precio más económico que con una empresa de alquiler.

El alquiler de coches entre particulares supone la alternativa de movilidad más novedosa en España. Su desembarco se produjo hace poco más de un año, tras su buena acogida en distintas ciudades de EE. UU., Reino Unido, Alemania o Francia. En España destacan dos compañías pioneras especializadas en este servicio a través de Internet: Social Car y MovoMovo.

  • Social Car es un servicio de alquiler de coches persona a persona. Inició su andadura en julio de 2011 y cuenta con cerca de 1.500 coches registrados y más de 7.000 conductores. La empresa realiza la gestión completa del servicio, ya sea por horas, días o semanas, y cobra una comisión del 15% por las transacciones. Incluye la validación y atención de usuarios, control de reservas, cobro del alquiler a conductores y pago a propietarios, así como la tramitación y gestión de un seguro extra que sustituye al habitual. Para acceder al servicio hay que registrarse. El dueño deberá solicitar a la compañía el alta del seguro apto para este servicio y presentar la ficha técnica del coche. El conductor interesado, que deberá tener una experiencia mínima de un año, deberá acreditarse con su DNI y carné de conducir. El propietario del vehículo establece el precio del alquiler, la disponibilidad horaria, el lugar y las condiciones de recogida a través de una plataforma virtual, y puede aceptar o declinar las solicitudes de reserva de los conductores. El servicio ofrece la opción de localizar el vehículo más próximo al domicilio, lugar de trabajo o segunda residencia.

  • La plataforma on line MovoMovo pone en contacto a particulares que quieren poner su coche en alquiler con personas dispuestas a alquilar el vehículo. Un año después de su puesta en marcha, cuenta con 10.000 usuarios y 1.000 automóviles disponibles para alquilar en 35 ciudades españolas. Al contrario que Social Car, no ejerce de intermediario entre el propietario y la persona que alquila el coche. El alta y registro es gratuito y no hay cargos o comisiones por las operaciones que realicen los usuarios, ya que basa su modelo de negocio en la publicidad. El arrendatario del turismo es quien elige el precio al que alquila su vehículo, ya sea por hora o por días. Además tiene una herramienta que permite votar a los usuarios después de los servicios prestados, lo que otorga mayor transparencia y seguridad entre los miembros.

2. Ventajas del P2P carsharing

  • Beneficios y ahorro. Unos precios más económicos y la posibilidad de amortizar el tiempo que el automóvil está parado son las principales ventajas de este servicio frente a las tradicionales empresas de alquiler de vehículos. Según datos de Social Car, el propietario de un coche mediano puede ganar entre 40 y 60 euros al día, mientras que para una persona que conduce unas 80 horas al mes supondrá un ahorro anual de 1.000 euros entre mantenimiento, seguro, parking, etc. Además, añade que algunos de sus propietarios registrados y validados obtienen una renta aproximada de 500 euros al mes por el alquiler de su turismo. Desde 6 euros la hora y 30 el día, en función del vehículo, es posible disponer de un coche gracias a esta fórmula. Según MovoMovo, el arrendatario se beneficia de un ahorro medio del 35%.

  • Comodidad. Aporta una gran comodidad y flexibilidad de horarios. El contacto directo entre particulares asegura que se alcancen acuerdos entre vecinos o usuarios que viven o trabajan muy cerca. Y es más flexible que las empresas tradicionales, pues propietario y conductor pueden encontrar solución a sus necesidades, horarios, lugar de entrega, etc.

  • Aparcamiento. Se liberan más espacios de aparcamiento y de ocio, al reducirse el número de vehículos que ocupan una plaza.

  • Medio ambiente. Ambas iniciativas se enmarcan dentro de un programa de consumo colaborativo. El uso eficiente del coche reduce el número de turismos en circulación y de consumo de combustible, con lo que los niveles de contaminación disminuyen.

3. Inconvenientes del P2P carsharing

  • Desconfianza. Es una actividad que provoca recelos. A muchas personas les incomoda dejar su propio vehículo, que suele ser de un importante valor, a un desconocido. Las compañías buscan evitar esos recelos con herramientas que certifiquen la reputación de los distintos usuarios, pudiendo calificar a cada uno de ellos, a través de las redes sociales o de indicadores de confianza propios.

  • Riesgos. Destacan los posibles problemas no recogidos o cubiertos en el seguro o el contrato, dudas en cuanto a las fianzas pactadas en caso de accidentes o choques.

  • Deterioro. Existe el riesgo de que se utilice el coche para otras actividades no planteadas previamente, como mudanzas o trabajos.

  • Dudas sobre el marco legal de regulación. Se inscribe dentro del marco legal general en el que se encuentra esta actividad. En el momento del alquiler, propietario y viajero firman un contrato por escrito, en el que se muestra la documentación personal y del vehículo. En caso de problemas o posibles reclamaciones, podrán remitirse al contrato.

Seguro del coche

El seguro, las posibles averías o desperfectos producidos al alquilar el autonóvil suponen el aspecto más controvertido y que más recelo suscita entre los que se adentran en este servicio. Atendiendo a los dos modelos ofrecidos por las compañías más representativas en España sobre alquiler de vehículos entre particulares, cabe distinguir:

  • Social Car. La empresa barcelonesa actúa como intermediario entre el propietario y el arrendatario del coche y, para poder darse de alta como tal, exige la contratación de forma obligatoria de una de sus pólizas. Ofrece seguros con opción a todo riesgo o a terceros con cobertura universal, tanto para su uso particular, como para los trayectos de alquiler a través de su servicio, con el que se disfrutan de unas coberturas especiales para cubrir el uso del coche por terceras personas. Su precio se mueve en una horquilla entre 380 y 1.000 euros.

  • MovoMovo. Las condiciones del alquiler del turismo se pactan entre los usuarios. La empresa no ejerce de intermediario entre ambos, por lo que tampoco exige contratar un seguro específico. La compañía valenciana especifica que el seguro va asociado al vehículo y no al conductor y que este contempla el préstamo ocasional a otro conductor. Ahora bien, exige que su perfil sea igual o superior en edad y años de permiso de conducir al titular del coche. Asimismo, aconseja pactar siempre un depósito o fianza ante los contratiempos que no cubra el seguro. El gasto en seguro es menor, permite mantener la póliza propia, pero no ofrece tanta seguridad al usuario como el modelo de Social Car.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube