¿Cómo llevar una vida activa si tengo una enfermedad respiratoria?

Hacer ejercicio físico es fundamental para mejorar la salud de cualquier persona, incluyendo las afectadas por enfermedad pulmonar
Por Eva Maroto López, Fundación Lovexair 29 de marzo de 2017
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Imagen: AntonioGuillemF

¿Cuando realiza una actividad física tiene sensación de ahogo? ¿Le cuesta respirar? Si es así, y no está diagnosticado de una enfermedad respiratoria, sería recomendable que acuda al médico para que le efectúe una espirometría y otras pruebas para descartar cualquier patología pulmonar. Si, por el contrario, ya está diagnosticado, es posible que la sensación de ahogo le acompañe en muchas ocasiones, pero eso no significa que tenga que dejar de hacer ejercicio. En el siguiente texto se explica por qué una persona con problemas respiratorios tiene que practicar ejercicio y se dan varios consejos para saber cómo hacerlo sin riesgos.

Si se deja vencer por la sensación de ahogo, sus actividades de la vida diaria se verán afectadas y llevará a cabo un estilo de vida más cotidiano que incluye poco ejercicio, entrando en un círculo vicioso del que es complicado salir.

¿Por qué una persona con problemas respiratorios tiene que hacer ejercicio?

Hacer ejercicio físico es fundamental para mejorar la salud de cualquier persona, incluyendo las afectadas por enfermedad pulmonar. Es importante pensar que realizar ejercicio es seguro y que no hacerlo podría empeorar el estado de salud. Dentro de todos los beneficios que aporta, el más importante en este caso es la manera en la que mejora la sensación de falta de aire.

¡Antes de empezar, consulte a su médico!

Quienes desean iniciar un programa de ejercicio físico, independientemente del estado de salud, deberían consultar con su médico para que lleve a cabo las evaluaciones precisas con la finalidad de hacer ejercicio sin riesgo. La práctica de ejercicio es muy relevante en los casos de comorbilidades, es decir, en pacientes con más de una patología (diabetes, problemas cardiorrespiratorios, alteraciones musculoesqueléticas, etc.).

Consejos útiles

La realización periódica de actividades físicas mejora de forma notable la salud, pero se debe seguir el consejo de los profesionales sanitarios. Los siguientes son algunos consejos útiles:

  • Durante la práctica de ejercicio físico, es fundamental ser capaz de regular la respiración para satisfacer el aumento de necesidad de oxígeno que se produce en el cuerpo.
  • Cuando se tiene sensación de ahogo, se nota que los pulmones no reciben suficiente aire, lo que lleva a creer que se precisa respirar más rápido. Pero si se hace así, los pulmones no se vaciarán por completo antes de la siguiente respiración, lo que ocasionará la sensación de falta de aire. Por ello es conveniente respirar con el abdomen, tal y como hacen los bebés, y alargar el tiempo de vaciado de los pulmones. Este tipo de respiración y la forma de trabajarlo en conjunto lo puede enseñar un fisioterapeuta especializado en respiratorio.

Cómo comenzar a hacer ejercicio

Una vez que se ha consultado al médico y aprendido a combinar las respiraciones, llega el momento que puede ser el más complicado: comenzar con un plan de ejercicio evitando excusas como «estoy muy cansado, ocupado o enfermo».

Las personas con problemas respiratorios deben realizar ejercicios aeróbicos o cardiovasculares, es decir, caminar, nadar, andar en bicicleta, bailar… siempre que no haya otro tipo de problemas que lo impidan.

La práctica de ejercicio es recomendable llevarla a cabo de tres a cinco veces por semana durante 30 minutos y con una intensidad moderada, siempre precedida de un periodo de calentamiento de cinco minutos y seguida de otro para volver a la calma durante otros cinco minutos. En ambos casos puede hacerse el mismo ejercicio con una intensidad creciente en el calentamiento y decreciente en el enfriamiento.

¿Y si llevo oxígeno puedo hacer ejercicio? Si tiene pautado oxígeno, deberá hacer el ejercicio con él al flujo que le haya marcado el médico, que será diferente al flujo que debe mantener en reposo. Si nota que el oxígeno es insuficiente, pruebe a reducir la intensidad del ejercicio y consulte al médico, pero nunca realice ajustes sin consultarlo antes.

Pequeños trucos para engancharse a la vida activa

Para conseguir «engancharse» a la vida activa, son convenientes las siguientes pautas:

  • Elegir el tipo de ejercicio que más le guste.
  • Si es posible, practicar ese tipo de ejercicio en compañía, pero marcando usted el ritmo.
  • Registrar la actividad que realice anotando cómo se ha sentido. Para ello puede descargarse la tabla de actividad física diaria aquí.
  • No se quede con dudas, pregunte todas sus inquietudes y así aumentará su confianza. Nuestros fisioterapeutas respiratorios estarán encantados de ofrecerle orientación. Si lo desea, escríbanos a: cuentanos@lovexair.com

Y recuerde: ¡engánchese a una vida activa y respirará mejor!

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