La cerámica habla por sí sola y por ello la artista Adelia Sayeg se considera mero vehículo para que eso ocurra.

Me encanta que este material tan noble se rompa, se quiebre, se arrugue, porque tiene su propio lenguaje, sin que uno intervenga, expresa.

Hoy a las 19 horas, la artista abre la exposición Rituales, con 17 esculturas, en el Museo de Arte de la Secretaría de Hacienda (Moneda 4, Centro Histórico).

Sayeg, quien nació en la Ciudad de México, es egresada de la carrera de diseño gráfico. Se apasionó primero por la pintura y luego descubrió el textil.

Hace siete años empezó con la cerámica, vertiente que predomina en casi toda su obra y se mezcla con pintura y textil.

Asimismo, su exposición Tierra sagrada, con obras en cerámica, mañana concluye en la Galería Óscar Román (Julio Verne 14, Polanco).

Por vivir con una intención

En su cuadro Ofrenda de Dagshu, la pintura está elaborada con tierra recogida en Amealco, Querétaro, mientras una de las cerámicas utilizadas es la conocida como Zacatecas, que a la vez tiene incrustaciones de papel amate.

Los títulos de sus obras incluyen muchos signos de interrogación. Son cuestionamientos dirigidos tanto a su persona como al público. Para Sayeg el sentido de estar anclado a la tierra se ha perdido. Como que estamos aquí sin tomar conciencia de a lo qué venimos. No estamos aquí nada más porque sí, como que tenemos un mensaje por dar o algo por hacer; puede ser una cosa minúscula. Vivimos en automático, como cuando manejas y dices, cómo llegué a este lugar, no me acuerdo ni del camino. Tenemos una misión, entonces, hay que vivir con una intención, explica a La Jornada.

Adelia Sayeg en su taller, que se ubica en el norte de la Ciudad de México, donde cultiva la cerámica como una técnica y una forma de expresión estética. Me encanta que este material tan noble se rompa, se quiebre, se arrugue, afirma en entrevista con La Jornada Foto José Antonio Fernández/cortesía de la artista

Las obras de Adelia Sayeg suelen remitirse a tiempos primitivos, aunque asegura que simplemente así le salen. No sé qué ancestros tenga o cuáles sean mis raíces más antiguas, pero seguramente hay algo de eso en mi vida. Como que mis manos supieron lo que tenían que hacer y lo hacen solas.

Predominan círculos y mandalas; también hay vasijas y otros contenedores. Originalmente quiso que toda la muestra fuera de mandalas, pues representan el interior de la persona. Sin embargo, el formato era demasiado grande.

Desde niña Sayeg dibujaba muchas figuras geométricas sin saber qué eran. Conforme creció quiso indagar qué simbolizaban y se dio cuenta de que eran símbolos de diferentes culturas que representaban divinidades.

Como sintió curiosidad de saber por qué pintaba eso sin conocerlo, se puso a estudiar una maestría en religiones comparadas para tener una visión amplia, no nada más del catolicismo, sino de otros credos, pues manifiesta sentir un vínculo muy fuerte con lo espiritual.

En el textil trabaja mucho con lana de borrego recién cortada, mediante la técnica llamada nuno felting, que consiste en frotar con las manos el pelo del animal para así transmitirle calor; entonces, las fibras se unen y se crea una especie de fieltro, explica.