Curioso

Policía mexicano, único en el mundo que habla seis idiomas

Juan Orozco Álvarez considera que es el único policía en el mundo que habla inglés, francés, italiano, alemán, japonés y coreano.

por Notimex

26/04/2015 12:15 / Uniradio Informa / Curioso / Actualizado al 17/02/2023

Por Gustavo Ramírez Ibarra

México.- Juan Orozco Álvarez considera que es el único policía en el mundo que habla inglés, francés, italiano, alemán, japonés y coreano, además de que actualmente estudia chino mandarín y planea cursar árabe y hebreo, “antes de que se me acabe la vida”.

Este hombre de 65 años trabaja en el módulo de información turística ubicado afuera de la iglesia de San Juan Bautista, en Coyoacán, y diariamente son requeridos sus servicios para atender entre 25 y 30 personas extranjeras que visitan la Ciudad de México.

“Se sorprenden cuando se dan cuenta que hablo su idioma, quedan maravillados, admirados; se toman fotografías conmigo para llevarlas a su país y enseñarlas a sus familiares y amigos, pues le parece increíble que aquí alguien hable por ejemplo japonés”, relata.

Con orgullo porta el uniforme de Policía Auxiliar, adscrito al 58 Agrupamiento, pues afirma que esa corporación le abrió las puertas cuando era joven, lo que le permitió poner en práctica su vocación de servicio; además le ha permitido sacar adelante a su familia.

En entrevista con Notimex, recuerda emocionado que el primer idioma que aprendió fue el inglés, después francés, italiano y alemán; los cuatro los curso en el Centro de Lenguas Extranjeras (Cele) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Después de manera autodidacta, a través de libros y discos que me mandaron amigos que tengo en Estados Unidos, aprendí japonés y coreano; ahora de la misma manera estudio chino mandarín, el cual hablo en un 50 por ciento”, comenta.

Pero las expectativas de don Juan no terminan ahí; su intención es seguir superándose y por eso entre sus planes se encuentra llegar a dominar el idioma árabe y el hebreo, los cuales piensa estudiar en los próximos dos años.

Este policía ejemplar, oriundo del Distrito Federal y que actualmente vive en un inmueble ubicado en la colonia Del Mar, delegación Tláhuac, revela no conocer ningún otro país, pero no pierde las esperanzas de cumplir su sueño de visitar la ciudad de Nueva York.

“A mí me gusta mucho donde estaban las Torres Gemelas; ojalá y mi esposa que se encuentra delicada de salud se mejore para viajar a ese lugar y escuchar música de Benny Goodman, Ray Connif y Glenn MiIler, sería fantástico”, dice emocionado.

Explica que todos los días se levanta a las cinco de la mañana, a las siete sale para dirigirse a su trabajo y regresa a las 11 de la noche a su domicilio, donde sus vecinos ignoran que habla seis idiomas y que es policía.

“En mi casa tengo guardaditos con candado mis libros y discos, nadie puede agarrarlos, son mi mayor tesoro, al igual que mi esposa Lourdes Delgado García y mis hijos Juan David, de 33 años y Norma Angélica, de 43, quienes ya me hicieron abuelito, pues cada uno tiene dos hijos”, detalla.

Al cuestionarle el motivo por el cual no abandona la policía y busca trabajo en otro lugar, reflexiona y contesta que si hace 20 años hubiera hablado seis idiomas habría sido fácil conseguir alguna oportunidad, pero ahora las cosas son diferentes.

“He ido a hoteles, agencias de viajes y a varias dependencias donde me han hecho exámenes, pero cuando me preguntan mi edad y les digo que tengo 65 años, me dicen que deje su solicitud y nosotros le hablamos, lo cual no ha ocurrido”, cuenta sin perder el buen ánimo.

Por lo pronto, continúa estudiando en los camiones, aprovecha cada momento que tiene libre, a todos lados lo acompañan sus libros y discos, porque desea acrecentar su cultura y dejar un buen recuerdo a todas las personas que lo conocen.

“Tengo 65 años y siento que el tiempo se me acaba, no me apuro sé que se va acabar, quiero realizarme y tener dinero para viajar. Lo que más deseo es que mi esposa se alivie, pues es el ángel que guía mi vida, pero mi meta es hablar nueve idiomas”, afirma antes de ponerse de pie y despedirse.