Sociedad y Justicia
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En progenitores de entre 18 y 22 baja nivel de satisfacción antes de que nazca su hijo

Padres mayores de 34 años son más felices que los jóvenes, concluye investigación
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de julio de 2015, p. 38

Rostock (Alemania).

Los padres con más años son mayormente felices que los más jóvenes, según un estudio del Instituto Max Planck para la Investigación Demográfica en la ciudad alemana de Rostock.

De acuerdo con los investigadores, que han analizado datos de cerca de 7 mil personas, los padres con más de 34 años registran un mayor índice de satisfacción antes del nacimiento de su hijo así como en su primer año de vida. Ese nivel de satisfacción incluso es superior cuando los hijos tienen entre 10 y 18 años.

Sin embargo, en los padres de entre 18 y 22 años baja el nivel de satisfacción antes del nacimiento del hijo y se incrementa durante su primer año de vida, así como cuando el pequeño va creciendo, pero sin llegar a superar el nivel inicial de los primeros 12 meses del pequeño. Este efecto se puede observar también en padres de entre 23 y 34 años, aunque no de forma tan marcada.

Los investigadores en Rostock y en la universidad Western Ontario (Canadá) consideran que el número de hijos por familia también es un factor determinante en el grado de complacencia de los padres.

Mientras el gozo de los padres en el primer o segundo hijos se mantiene en un nivel similar, el nacimiento de un tercero no tiene ninguna incidencia positiva. Parece más bien que tuviese un efecto negativo, aunque desde el punto de vista estadístico esa reducción no es significativa, apuntan los científicos.

La mayor alegría de los padres con más edad y la satisfacción menguante en el tercer hijo se corresponde de forma extraordinariamente sorprendente con el patrón de nacimientos experimentado en los años recientes en los países industrializados, en los que existe una tendencia a formar familia tarde y cada vez son menos las familias de tres, cuatro o cinco hijos.

Esta evolución se había explicado hasta ahora con el predominio de valores individuales o la imposibilidad de conciliar familia y trabajo.