Sociedad y Justicia
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Aumenta evidencia científica de daños que causan herbicidas como el glifosato

Siembra de maíz transgénico pondría en riesgo a más de sus 60 variedades: experto
 
Periódico La Jornada
Martes 7 de julio de 2015, p. 36

La siembra de maíz transgénico en México pondría en riesgo a las más de 60 variedades nativas de esa gramínea e implicaría riesgos a la biodiversidad, a la salud de las personas y la pérdida de la soberanía nacional.

Así lo consideró Emmanuel González-Ortega, posdoctorante del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien realiza un proyecto para identificar secuencias transgénicas en alimentos elaborados con maíz y en muestras de semillas recolectadas en diversas partes del país, estudio coordinado por la investigadora del IE, Elena Álvarez-Buylla.

González-Ortega indicó que cada vez hay mayor evidencia científica sobre los daños potenciales a la salud por el uso de la agrobiotecnología transgénica y herbicidas como el glifosato.

Dio el ejemplo de Argentina, donde en la década de los 90 se permitió el cultivo masivo de soya transgénica y si bien esa nación se ha convertido en el mayor exportador mundial de ese producto –que es resistente al herbicida glifosato–, se ha denunciado que en algunas zonas soyeras argentinas hay un aumento en el número de casos de cáncer, malformaciones congénitas y abortos espontáneos.

Este hecho, agregó, coincide con el informe de una entidad de la Organización Mundial de la Salud, que reclasificó al glifosato como probable cancerígeno.

El posdoctorante señaló que si bien aún no se conocen a profundidad los efectos que producen las inserciones de transgenes en el genoma y proteoma de las plantas, hay estudios que han encontrado en las de maíz alteraciones en la expresión general de proteínas. En ciencia, en la tecnología agrícola y en cualquier actividad humana debe observarse irrestrictamente el principio precautorio, acotó.

Detalló que las más de 60 variedades nativas de ese cereal son resultado de miles de años de selección por las culturas de nuestro país, y constituyen una enorme riqueza genética que servirá para cubrir las necesidades de mejoramiento genético de hoy y del futuro. No se puede permitir que en México, donde surgió y se domesticó el maíz, se destruya la herencia biocultural.

Información difundida por la UNAM asentó que el monitoreo del maíz realizado por los investigadores del IE es relevante por razones nutricionales, económicas, culturales e históricas. Se trata del principal alimento en el país: en promedio un mexicano consume más de 500 gramos al día en tortillas, atoles o tostadas).

Encontrar transgenes en variedades nativas podría implicar riesgos a la biodiversidad, a la salud de las personas y pérdida de soberanía alimentaria, dijo.

Calificó de irresponsable la postura que quienes están en favor del uso de transgénicos. Si no se han hecho estudios en laboratorio sobre los efectos en genomas o en la expresión de las proteínas de las plantas o en las condiciones socioeconómicas o culturales de una población, no puede aseverarse que no hay efectos secundarios o que la agrobiotecnología es inocua.